El futbolista español estaba en su mejor momento en el Jorge Wilstermann boliviano cuando su hijo sufrió un grave accidente. A raíz del mismo, y por pedido de su esposa, Berodia abandonó América y retornó a Madrid, donde hoy juega en la tercera división y maneja un taxi para mantener a su familia.
"Me convirtieron en un icono publicitario, de marcas de trajes y hasta de la BMW", contó Gerardo Berodia en una entrevista al diario digital Público. "No podía ni ir a comer a los restaurantes. Había niños que se abrazaban a mí llorando, padres que me pidieron hacer videos para el cumpleaños de sus hijos", relató.
El futbolista, figura en Bolivia, vivía en una mansión de zona residencial que contaba con todas las comodidades y lujos, incluyendo jacuzzi y piscina.
Justamente allí, en el patio de su casa, fue donde su hijo sufrió un accidente que le cambió la vida a toda la familia. "Mi hijo tuvo un accidente grave", contó. El niño se cortó manos, brazos, piernas al salir de la piscina con una puerta de cristal y los médicos debieron realizarle 600 puntos de sutura.
La esposa de Berodia planteó la necesidad de que el menor iniciara un curso de rehabilitación en Madrid y así fue como el jugador dejó todo y partió.
"Tuve que elegir entre la familia y el fútbol y no lo dudé. Cada uno tiene sus valores que no se pueden cambiar, y en esta vida hay que elegir. Hoy el niño ya hace vida normal. Juega al fútbol, hace atletismo, apenas le quedaron secuelas de los 600 puntos que le dieron", explicó orgulloso de la decisión que tomaron.
Fuente: América Tv
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